La presidenta de la Fundación IAPSER realizó gestiones para reparar el órgano tubular de la Catedral, el cual reportaba algunas fallas.
El espíritu de la Fundación es la preservación, la capacitación, la educación y el cuidado de la historia de nuestra provincia, por eso consideramos fundamental realizar esta puesta en valor para legado cultural y litúrgico de la capital entrerriana para el disfrute de los entrerrianos.
Al momento de su instalación en el año 1905, el órgano de la Catedral de Paraná fue el más importante del litoral argentino, en el transcurrir de los años, el mismo ha tenido algunos mantenimientos, pero en este momento necesita una urgente reparación ya que sus sonidos melodiosos se han apagado, al día de hoy el órgano no se puede utilizar porque no emite sonido alguno.
Reseña histórica
El órgano de la Catedral de Paraná, importado de Alemania, fue instalado en 1905 por el organero italiano Alberto Mateo Poggi.
Completamente desarmado, el órgano vino por vía fluvial desde el puerto de Buenos Aires hasta el Puerto Nuevo de la capital entrerriana. Y desde ahí fue llevado hasta la Catedral, para ser emplazado en el lugar que el arquitecto Juan Bautista Arnaldi le diseñó especialmente. El constructor de ese recinto fue don Agustín Borgobello.
El instrumento fue bendecido e inaugurado por el Obispo de Paraná, Mons. Rosendo de la Lastra y Gordillo, el 31 de marzo de 1906. El primer organista fue el canónigo José Zaninetti, a la sazón Deán de la Catedral.
Al momento de su instalación, el órgano de la Catedral de Paraná fue el más importante del litoral argentino, condición que revalidó tras su restauración en el decenio 1988-1998, concretada por el organero santafesino Rubén Furlán, quien atendió el instrumento hasta 2020.
Con posterioridad al Concilio Vaticano II, se autorizaron los conciertos en las iglesias. Y al órgano de nuestra Catedral llegaron importantes organistas para regalarnos inolvidables recitales. Entre los más destacados que nos visitaron, figuran el director del Conservatorio Real de Bruselas, Kamiel D’Hooghe (1978); el organista de Notre-Dame de París, Pierre Cochereau (1983); el italiano Mario Duella (1997-8), la inglesa Jane Parker-Smith (1998), el alemán Hans-Dieter Karras (2004), el brasileño Cristiano Rizzotto (2014) y los argentinos Germán Torre, Jesús Gabriel Segade, Sara de Vergara, Mario Videla y Matías Sagreras, por sólo mencionar algunos. También fue escuchado junto a la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos, bajo la dirección del maestro Reinaldo Zemba, en la interpretación de obras como la Tercera Sinfonía con Órgano de Camille Saint-Saëns, el Concierto para Órgano, Cuerdas y Timbales de Francis Poulenc, el Requiem de Gabriel Fauré y el Adagio de Tomaso Albinoni. En estas ocasiones fue solista el organista Jorge Beades.